Seis consejos para crear una comunidad digital próspera

“Ya hace mucho tiempo que Twitch está de moda entre la comunidad de los videojuegos, pero el contenido no relacionado con los videojuegos, como la música, los deportes o simplemente charlar, se ha multiplicado por cuatro en los últimos tres años”, dice Sarah Iooss, vicepresidenta de ventas de Twitch para EE. UU. “La gente viene a Twitch para conectar con otras personas que comparten sus pasiones. Esto genera un fuerte sentimiento de comunidad, que es virtual y a la vez muy real, y ayuda a las personas a hacer amistades en todo el mundo”.

La inmensa popularidad de Twitch se produce en un momento en que las comunidades digitales han adquirido un nuevo significado. Durante el último año, personas de todo el mundo se vieron separadas de sus familiares y amigos. Para mucha gente, conectarse virtualmente era la única manera de estar en contacto con sus seres queridos. Las marcas también tuvieron que replantearse cómo interactuar con los clientes de manera significativa a través de canales digitales, y muchas descubrieron el valor de crear experiencias digitales envolventes, en directo y que unieron a consumidores de todo el mundo.

Cuando Alexandra y Andrea comenzaron a hacer transmisiones por primera vez, su audiencia eran varios cientos de espectadores. En ese momento, podían interactuar de manera individual con los participantes del chat. Pero, cuando la audiencia creció y pasaron a ser varios miles, se hizo más difícil mantener el contacto personal y cada vez hablaban menos espectadores.

“Ahora nos centramos mucho más en la energía que transmitimos cuando estamos en directo. Nos hemos dado cuenta de quiénes somos como creadoras y personas, y eso es lo que verdaderamente define nuestro chat”, dice Alexandra. “La gente quiere disfrutar mientras nos ve, así que nos aseguramos de transmitir siempre energía positiva. También nos aseguramos de tener un sistema de moderación para que todo el mundo se sienta a gusto en nuestra comunidad, y creamos espacios para que la gente pueda seguir conectada después de nuestra transmisión”.

Lopez creó Black Girl Gamers como un espacio seguro en línea que aboga por la diversidad y la inclusión en el mundo de los videojuegos. Por eso, también está pendiente de lo que su comunidad necesita. Al comienzo de la pandemia de COVID-19, por ejemplo, a Lopez le preocupaba que su comunidad pudiera sentirse aislada y que estuviera viviendo desafíos emocionales o físicos.

“Así que designamos un par de semanas como las ‘semanas del bienestar’ para que todos nuestros streamers pudieran jugar a juegos muy relajantes y nuestra audiencia pudiera venir a relajarse”, dice López.

Cuando se trata de colaboraciones publicitarias, Lopez y las hermanas Botez coinciden en que la marca debe adaptarse a sus valores.

“Somos una comunidad que representa a mujeres negras, mujeres LGBTQ, madres”, dice Lopez. “Tenemos que asegurarnos de que estamos colaborando con una organización que entienda que somos una comunidad con voz y que no dejaremos que nos discriminen”.

Además, Andrea Botez quiere trabajar con marcas que ceden el control del contenido a los creadores.

“En Twitch, la gente llega a conocerte muy bien porque estás en directo muchas horas. Se dan cuenta de cuándo no estás siendo tú misma, de cuándo no estás siendo auténtica”, dice. “Si una marca te dice que tienes que publicar este vídeo o decir estas palabras y no te deja ser tú misma, entonces no es marketing para tu audiencia”.

Las conexiones significativas entre creadores y espectadores han sido lo que siempre ha impulsado a la comunidad de Twitch. Estas relaciones no solo han superado los límites de lo que es posible hacer a través de la interacción en directo, sino que han sido especialmente esenciales en momentos de distanciamiento social.

“A menudo recibimos mensajes que expresan cómo les ha ayudado poder pasar el rato y sentir que tienes un amigo al otro lado de la pantalla”, dice Alexandra. “Además, mucha gente de nuestra comunidad tenía este tema en común (nuestra transmisión) sobre el que podían hablar, y que les permitía crear amistades”.

“Definitivamente, mi comunidad ha sido una familia durante este tiempo”, dice Lopez. “Llegas a conocer a la gente por su nombre, conoces sus vidas personales. Creo que mucha gente que no solía jugar ha recurrido a los juegos porque les han ayudado a mantener un vínculo social mientras estábamos distanciados físicamente. En mi caso, colaborar con la cumbre en línea de Black Girl Gamers o la semana del bienestar me ayudó a mantener a la comunidad como una prioridad en mi mente. Me di cuenta de que no solo yo me sentía de esta manera. Hay otras personas que también se sienten así. Por eso, tenemos que ofrecerles algo para que se sientan a gusto y reconocidas”.