Toyin Kolawole volcó su amor por Nigeria en el éxito de Iya Foods
24 de enero de 2024 | Justin Kirkland, redactor
Puedes ver a Toyin Kolawole, fundadora y consejera delegada de Iya Foods, moverse en su salsa revoloteando ajetreada por la fábrica de casi 4000 metros cuadrados en la que se elaboran productos a base de yuca, un tubérculo que puede servir como sustituto clave de ingredientes con alto contenido de cereales. Entre la maquinaria y los empleados de la fábrica, ella es la de las gafas de montura gruesa y sonrisa contagiosa. Tú también sonreirías si fueras Kolawole; crear una próspera pequeña empresa, nacida de sus raíces nigerianas, ha sido su sueño desde la infancia.
Desde su fundación en 2015, Iya Foods ha crecido desde sus instalaciones iniciales, que son una fracción del tamaño actual, hasta convertirse en un próspero elaborador de productos de panadería alternativos al trigo. Con una asombrosa producción de más de dos millones de kilos de aperitivos y nueve millones de kilos de mezclas secas para hornear al año, Iya Foods se ha convertido en una empresa multimillonaria cuyos productos se pueden encontrar en todo el país y en Amazon. Pero Iya Foods es, ante todo, una declaración de amor a la madre de Kolawole y a su cultura nigeriana. Para contar la historia de éxito de Iya Foods, hay que remontarse a unos años atrás.
Nigeria es el mayor productor de yuca del mundo, con más de una quinta parte del suministro mundial de yuca,1 pero también es el país del que procede Kolawole. Segundo vástago de su familia, la primera niña, Kolawole dejó Nigeria para ir a Estados Unidos en 2003 a cursar un MBA en iniciativa empresarial e innovación en la Universidad Northwestern. Inspirada por la serie de negocios y actividades secundarias de su madre, Kolawole siempre ha tenido interés por los negocios, lo que la llevó a obtener un título superior y luego a lanzarse de cabeza al mundo de la iniciativa empresarial. Kolawole recuerda a su madre como una fuente de inspiración. “Mi madre tenía un montón de... los llamaré pequeños negocios, pero en realidad eran trapicheos”, dice con una sonrisa. “Eran negocios caseros para llegar a fin de mes. Yo la he ayudado mucho. Ese fue mi bagaje empresarial informal”.
Como madre de dos hijos nacidos en Estados Unidos, Kolawole sintió la necesidad imperiosa de asegurarse de que sus hijos disfrutaran de una parte del mundo en el que ella creció. Mientras Kolawole elaboraba su plan para Iya Foods, seguía volviendo a sus raíces nigerianas. La yuca parecía un punto de partida natural. No solo es un alimento básico de su país natal, sino que sus resistentes patrones de cultivo significaban que su ingrediente clave para los productos sin cereales sería más estable que muchos otros cultivos, a pesar de los continuos problemas a los que se enfrentan los agricultores. Y el potencial de los productos a base de yuca, desde mezclas para tortitas y brownies sin gluten hasta polvos y harinas, apunta a un momento en que la gente es más consciente de los tipos de alimentos que consume.
“Nos podemos quitar de todo... pero no podemos quitarnos la comida”, afirma. “La gente debe comer o se muere, así que soy una de esas empresarias que realmente piensa en ingredientes alternativos que sean sostenibles y escalables”. Más allá de esas especificaciones técnicas, Kolawole está inmersa en la cultura de la comida. La yuca no es solo una raíz milagrosa que se puede moler para ayudar a aliviar los problemas alimentarios de los consumidores intolerantes al gluten; es un producto de exportación clave de África, cuya importancia en la cocina mundial se pasa por alto con demasiada frecuencia.
Esto nos lleva a los agricultores, que siguen estando en el centro de la ética de la empresa. “No es ningún secreto que África ha servido para levantar muchas economías occidentales”, afirma. “Estaba decidida a hacer lo posible para asegurarme de que toda la prosperidad que se está creando a través de la yuca se comparta”. Iya Foods trabaja con más de 10 000 agricultores nigerianos y se asegura de que reciban una remuneración justa y de que sepan cómo se utilizan sus productos. Siempre vuelve a la yuca, que es inseparable del pueblo de Nigeria.
Cuando empezó el negocio, la mano de obra en Estados Unidos estaba formada por una sola persona. Kolawole recuerda haber descargado ella sola un camión entero. Como en tantas otras pequeñas empresas, Kolawole tuvo que asumir el cargo de jefa de las instalaciones, analista financiera y, por supuesto, profesional del marketing. Poner el producto a disposición de los minoristas era difícil e, incluso cuando estaban interesados, recuerda que transcurrían entre seis y ocho meses desde el momento en que firmaban hasta que los productos se mostraban en las estanterías.
Tras una serie de lanzamientos de productos, Iya Foods buscó especias y mezclas para hornear que pudieran envasarse para venderse en internet. Eso llevó a Iya Foods a Amazon. Kolawole vio el cambio a Amazon en 2016 como una oportunidad para dirigirse directamente a los clientes, así como un lugar donde podía evaluar a los competidores de la gama de productos de Iya Foods. Y fue la venta en el sitio web de Amazon lo que contribuyó a demostrar su potencial de compra a las tiendas de comestibles.
En lo que respecta a la publicidad en Amazon, Kolawole considera que la posibilidad de anunciarse a través de Amazon Ads es un paso fundamental en la expansión de Iya Foods, ya que crea más expectación por el producto y, a su vez, lo hace más atractivo para venderlo en tiendas físicas. En su opinión, las soluciones tecnológicas suponen una igualdad de condiciones para los vendedores. “Utilizamos mucho los anuncios patrocinados de Amazon. Esa es la principal manera de llamar la atención de los clientes que quieres que prueben tu producto por primera vez”, afirma. “Utilizamos sistemáticamente Amazon Ads para llegar a los clientes porque es un espacio muy, muy competitivo”.
Con experimentación y la combinación adecuada de palabras clave, Iya Foods encontró un punto óptimo para su estrategia publicitaria con la ayuda de Amazon Ads. El impacto positivo de los anuncios se ha traducido en una expansión en Amazon y otros sitios web, ya sea en forma de elogios por parte de los famosos en internet o en la posibilidad de establecer una presencia más fuerte en las tiendas minoristas, simplemente por el reconocimiento. “Amazon es donde conseguimos nuestro primer millón de dólares como empresa”, afirma. “Y todo el mundo sabe lo difícil que es”.
En cuanto a lo que depara el futuro a Iya Foods, el objetivo no está muy lejos de la intención original de la empresa. Si Nigeria tiene la mayor parte de la producción de yuca, Iya Foods quiere hacerse con una gran parte de la cuota de mercado libre de las empresas que utilizan la yuca como motor. Pero más que eso, Kolawole quiere honrar la tradición y la cultura de la yuca y del país del que procede. Como estadounidense de origen nigeriano, piensa constantemente en la identidad y la fuerza del negocio que ha creado: cómo inspira a los estadounidenses negros y a las mujeres y a los directores de pequeñas empresas. Pero cuando se retiran todas esas capas, hay un hilo conductor: la comida. Y, según Kolawole, la comida es amor.
“La comida recuerda a las personas su humanidad compartida. Creo que es imposible no conectar con alguien cuando compartes una comida”, afirma. “Donde compartes comida, compartes amor”.