La revelación de Tracey Pickett en un día de lluvia se convierte en una próspera marca de gorros

Esto es Buy Black, una serie que da voz a las empresas lideradas por personas negras. Aquí los propietarios de negocios comparten sus historias, nos aconsejan sobre cómo hacer crecer una marca y señalan la importancia de apoyar a las empresas regentadas por personas negras.

A Tracey Pickett la lluvia le perseguía por doquier. Al criarse en Atlanta, no era raro que le atrapara un chaparrón cada vez que iba a la peluquería. En palabras de la propia Tracey, “era como una maldición”. Pickett recuerda que, yendo a una entrevista en 2010, tuvo que recorrer todo el campus de la facultad de derecho bajo la lluvia, por lo que se presentó con el pelo hecho un desastre. “De verdad que me fastidiaba el día”, recuerda. “Pensé que tenía que haber alguna solución. Pero en Internet solo encontraba gorros de ducha, gorros de abuela o bolsas de plástico para cubrirme el pelo”.

Así surgió la idea de fundar Hairbrella, una línea de gorros de lluvia elegantes para que a ninguna mujer se le vuelva a mojar o estropear el peinado en un día lluvioso.

Desde bien joven, Pickett sabía que algún día sería emprendedora, por lo que apuntaba las ideas que se le ocurrían en un cuaderno. Mientras estudiaba derecho, se escribió una carta a sí misma en la que se comprometía a no ejercer como abogada durante más de cinco años sin dar el salto como emprendedora. “En ese momento, ni siquiera sabía qué producto iba a sacar”, asegura.

Sin embargo, después de ese fatídico día de lluvia, tuvo claro que su viaje como emprendedora arrancaría con Hairbrella.

La idea se siguió cociendo a fuego lento mientras Pickett se sacaba la carrera y empezaba a trabajar en derecho corporativo en una empresa de la lista Fortune 500. Transcurridos cinco años, decidió dejar la empresa para formalizar el lanzamiento de Hairbrella en noviembre de 2016, una decisión que tardó toda una vida (y muchos días de lluvia) en gestarse.

En palabras de Pickett, su miedo a arrepentirse es más fuerte que su miedo a fracasar. Y esa motivación fue clave en los primeros días de Hairbrella. Según explica, para el primer prototipo “yo llevaba puesto un gorro de ducha con una boina encima”. Buscó los materiales adecuados en varias tiendas de tejidos. “La mayoría eran demasiado gruesos o demasiado cálidos o no se asentaban bien y mi cabeza se parecía a la de Marge Simpson”. Finalmente, encontró la tela perfecta en una tapicería de Atlanta y pasó la mayor parte de 2017 a 2018 perfeccionando el producto y también buscando inversores. En 2019, lanzó su primera campaña de marketing.

Al principio, Pickett buscó clientes por redes sociales y en su propia red personal. Probaba diferentes tipos de campañas publicitarias por su cuenta o bien pedía ayuda a sus amigos para aprender las nociones básicas. Casi de forma paralela, Pickett sacó Hairbrella a la venta en la tienda de Amazon. “Necesitaba conseguir reseñas, pero no tenía ni idea de cómo optimizar mis listings; solo sabía que las imágenes tenían que ser de calidad y que tenía que enumerar todas las características del producto. Ahora estoy mucho más familiarizada con el proceso. Por entonces, lo que me importaba era despegar”, asegura Pickett. “Antes solo era un punto de venta, como comprar un paraguas en una tienda. Pero me di cuenta de que las búsquedas de gorros de lluvia aumentaban año tras año, y quería estar en primera línea para mostrar mis productos ante los clientes que buscan en la tienda de Amazon”.

Llegado ese punto, Pickett y Hairbrella recibieron el apoyo de varias empresas inversoras, como Collab Capital (una firma que ofrece financiación a las empresas regentadas por personas negras), Fearless Fund (que invierte en empresas dirigidas por mujeres de color) y Black Business Accelerator (BBA) de Amazon.

“Estos son los recursos de los que pueden beneficiarse las personas negras que regentan un negocio para hacer crecer su empresa”, explica Pickett. “Tener presencia en Amazon ha sido muy ventajoso y creo que es fantástico que otras personas negras propietarias de negocios se beneficien de este programa”.

A través de BBA de Amazon, Pickett descubrió muchos aspectos de Amazon que no conocía ni había explotado. Hairbrella empezó a trabajar con BBA en julio de 2021 y, desde entonces, las ventas de la marca han subido un 150 % en la tienda de Amazon.¹ “El fruto de volcar esfuerzos en nuestra Store y de lanzar muchos más anuncios para crecer cada mes”, afirma Pickett. “Con suerte, el año que viene nos convertiremos en una tienda con ventas multimillonarias en Amazon.com”.